Os dejamos otro ejemplo de cómo los niños y niñas libremente van forjando sus conocimientos y aprendizaje, estableciendo sus conexiones de una forma totalmente espontánea. En clase contamos con el RINCÓN DE LA PLASTILINA, fundamental para los niños y niñas de 3 años. Con la plastilina trabajamos muchas destrezas motrices, además de fomentar el juego simbólico. Pero además de todo esto, podemos trabajar la lectoescritura y el nombre... ¿Cómo? Aquí tenemos a Hugo que libremente y sin que nadie le de la pauta ha estado haciendo las letras de su nombre. ¡Bravo!
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