La enseñanza de la escritura y la lectura se inicia de forma sistemática desde los 3 años. Empezamos a introducir en el aula las letras y los números de una forma motivadora y significativa para el alumnado. Trabajando con el nombre propio y otras palabras siginificativas para él/ella. Con el nombre hacemos una gran cantidad de actividades de observación, clasificación, comparación y ordenación. El niño/a lo toma como seña de identidad, algo personal, intimo e intransferible, sumamente relevante para fortalecer la autoestima. Así mismo colocamos su nombre en las perchas, en el casillero, en la carpeta, libros, trabajos, etc. Por lo tanto desde los primeros días de clase le sirve para encontrar sus pertenencias. Así la funcionalidad del aprendizaje está servida.
Además de trabajar el nombre propio, paralelamente trabajamos otras actividades para mejorar y afianzar el proceso de la lectoescritura. Trabajamos poesías, cuentos, leemos el periódico, noticias, es decir, todo tipo de textos y no ceñirnos al libro de texto exclusivamente.
Lo importante es que se lancen a escribir, que no tengan miedo a equivocarse e intentar evitar las inseguridades. Por eso es importante que no le estemos siempre corrigiendo, ni borrando lo que escriben. Es escritura espontánea. El copiado no lleva a ningún aprendizaje.
Por lo tanto, su escritura, en cualquiera de las etapas en que se encuentre, estará siempre acompañada de un ¡muy bien!, la autoestima está en juego y la seguridad de creer que pueden hacerlo.
Según un estudio realizado por Emilia Ferreiro y Ana Teberosky, dos psicopedagogas argentinas, todos los niños/as pasan por unas etapas:
1.- ETAPA INDIFERENCIADA. Son una imitación de los aspectos formales y del acto de escribir. Sus producciones no se diferencian demasiado de los trazos que utilizan para dibujar, así, hacen bolitas, garabatos, etc, en una distribución no lineal en el espacio.
2.- ETAPA DIFERENCIADA. Las grafías se van diferenciando poco a poco por imitación a las formas que les presenta el adulto y a los modelos del ambiente. Conoce el código que se utiliza para escribir pero no sabe utilizarlo correctamente.
3.- ETAPA SILÁBICA. Cada vez se da una relación más sistemática entre la escritura y las pautas sonoras del habla. Se dan de varias formas.
- Para cada sílabas de la lengua oral escribe una letra cualquiera (sin valor sonoro convencional).
C I O (PANTERA)
O I S (SERPIENTE)
I B (GATO)
- Para cada sílaba de la lengua oral escribe la vocal que le corresponde (con valor sonoro convencional).
O A (BOTA)
A I O A (MARIPOSA)
IE (TIGRE)
- Para cada sílaba de la lengua oral, escribe la vocal y/o la consonante (con valor sonoro convencional sobre vocales y/o consonantes).
A Z A (MANZANA)
E L A T (ELEFANTE)
LO (LEÓN)
4.- ETAPA SILÁBICA-ALFABÉTICA.- Va analizando cada vez más la lengua hablado e introduciendo en algunos casos más de una grafía para cada sílaba. Se va acercando a la escritura convencional.
T I E (TIGRE)
C S A (CASA)
L A P A (LÁMPARA)